La investigación de la Guardia Civil por la desaparición de Esther López de la Rosa se centra, ahora, en un nuevo investigado. Uno de los dos amigos de la joven de 35 años desaparecida el pasado 12 de enero en Traspinedo, está siendo interrogado, una vez más, pero esta vez como posible implicado.
Este nuevo sospechoso estuvo con Esther la última noche que se vio a la vallisoletana, hace ya 20 días. El investigado ha declarado, por quinta vez, y ha asegurado a la Guardia Civil que “no tiene nada que ver” y que se enteró de la desaparición “horas después”.
El sospechoso que iba en el coche de madrugada con Esther y otro amigo que conducía, afirma que cuando llegaron a la altura de su casa “se bajó del turismo y se fue”. Según su testimonio, el otro ocupante del vehículo “habría dejado a Esther en la carretera a unos 200 metros más adelante”.
El investigado asegura que “confía en las cámaras de seguridad” y mantiene que es “inocente”. Este sospechoso participó en las primeras batidas pero confiesa que ahora “no puede asistir porque el pueblo le señala”.
Hasta el momento, está colaborando con los investigadores, mientras la Guardia Civil continúa con las labores de búsqueda en pozos y con una lancha de los GEAS, acompañados por un perro. Las Fuerzas de Seguridad del Estado se encargan de buscar en los márgenes del rio con un perro especializado en la búsqueda de restos humanos.
Además de este segundo investigado, una tercera persona está “en el foco” de la investigación, a quién le han tomado muestras de ADN y cuyo vehículo está siendo investigado.
El primer y único detenido, conocido en el municipio como ‘El Manitas’, se encuentra en libertad provisional desde el pasado viernes pero tiene que comparecer antes las autoridades judiciales a diario y tiene prohibido salir de España.