El Sorteo de la Lotería de Navidad ha dejado, además de una lluvia de millones, más de una curiosidad, como la del Gordo 'fake'. Y es que el error de una de las niñas de San Ildefonso ha hecho pensar por unos segundos en que había dos primeros premios en el bombo. Nada más lejos de la realidad, porque en ese momento el jefe de mesa ha parado el sorteo para comprobar que efectivamente la bola de los premios era de 1.000 euros, y no de cuatro millones como había cantado erróneamente Yadira Kinde, una de las niñas que en ese momento cantaba los números y los premios.
"Ha sido cosa de los nervios; podemos asegurar que solo hay una bola del Gordo", han explicado a EFE desde Loterías, antes de ofrecer las actas a cualquiera que quisiera comprobarlo e incidir en los muchos controles que pasan las bolas y todo el proceso en general.
La responsable del equívoco se excusaba al jefe de mesa tras entonar los 4 millones de euros con un: "Es que un chico me ha dicho que lo cante". Según Loterías, todo se ha debido a la manera en la que ensayan los niños: repetir varias veces mil euros y, acto seguido, dar paso a uno de los grandes.
Ha sido de los pocos pormenores del sorteo, junto a una manivela un poco dura que ha habido que reparar para que las bolas fluyeran más rápidamente y un simpático "miau" que se le ha escapado a uno de los niños al intentar esbozar uno de esos míticos "miiil euros".
Y en el programa en directo de Onda Cero Julia Otero desvelaba que había buscado un número en concreto para este sorteo, número que finalmente logró encontrar en Salamanca y, aunque no contó más, sí explicó que tenía un especial significado para ella.
De paisano o caracterizados de los personajes más inverosímiles, como un Quijote con armadura de papel aluminio para atraer la suerte, han sido algunos de los asistentes en el Teatro Real de Madrid o al Sorteo Extraordinario de Navidad. Y es que algunos han estado más de 20 días de guardia a las puertas del teatro para poder entrar, como han relatado a EFE.
Algunos han venido por primera vez, como Marta y Emma, que desde Barcelona han hecho doblete entre el sorteo y el musical de 'Aladdin', o también una familia de Palma. La madre, Loli, ha dormido tres noches a la intemperie para asegurarle a su hija Itziar, la más ilusionada de todos, la oportunidad de entrar y tocar la ilusión de cerca.
No han sido los únicos niños en la fila. Solo unos puestos más atrás, otra familia de Don Benito (Badajoz); los padres han vuelto por cuarto año al Real, esta vez acompañados de sus pequeñas hijas Lola y Ángela, que se han estrenado disfrazadas de décimo de lotería gracias a la habilidad de su abuela paterna.
"Lo importante no es que toque, que puede ser también, pero con estar aquí y pasarlo bien ya está", aseguraba a EFE el cuarteto de amigos de A Coruña que, caracterizados con chubasqueros amarillos y redecillas. "Llevábamos queriendo venir unos añitos y este aprovechamos que caía en domingo", han explicado tras más de 24 horas en la fila.
Junto a los novatos en tentar la suerte a solo unos metros de los bombos están los habituales, como 'don Francisco Mur', que desde Benabarre (Huesca) ha perdido la cuenta del número de años que lleva asistiendo. De ellos, tres lleva vistiendo su traje con décimos estampados, del que solo cambia en cada visita el sombrero, este sí solo con los diez números que juega esta vez.
Y para habituales, algunos tan conocidos como el papa o el obispo, apodados así por sus ya icónicos disfraces. Después de 22 días de guardia a las puertas del Teatro Real, ha sido el primero en acceder a la sala principal, pasadas las 7:30 horas, y lo ha hecho portando también el primer número y el más bajo susceptible de ser premiado: el 00000.