El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha asumido este viernes las consecuencias de la decisión "quirúrgica" del partido de romper los gobiernos autonómicos con el PP, en la que ha asegurado que nada ha tenido que ver la irrupción de la agrupación de electores del agitador político Luis 'Alvise' Pérez.
Así lo ha asegurado en una entrevista en Telecinco, y recoge EFE, en la que ha matizado que no fue una decisión personal, sino colectiva adoptada "por mayoría" este jueves por el Comité Ejecutivo Nacional y forzada por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.
"Quizá le han obligado a repartirse los menas para que Vox no estén en los gobiernos", ha afirmado Abascal, que ha sugerido que los populares han aceptado por orden de Bruselas el reparto de menores migrantes no acompañados. Ha admitido que durante la reunión hubo diferentes posiciones y ha subrayado que todos los miembros del comité pudieron hablar con libertad.
"No somos un partido norcoreano", ha recalcado, tras lo que ha añadido que los cuatro vicepresidentes de Vox, que ahora dejarán sus cargo por decisión del comité, "en ningún caso mostraron apego a sus sillones", y ha calificado de "heroica" y "digna" su actitud.
Ha precisado que sí mostraron preocupación por las personas que tienen bajo su responsabilidad y, en este sentido, ha reconocido que puede haber algunos cargos que decidan quedarse en sus puestos, con lo que entonces, ha avisado, "dejarán de ser de Vox".
Abascal ha aclarado además que la decisión no afectará a los presidentes de su partido de parlamentos autonómicos, que continuarán porque "eso no está en el guión", ni a los ayuntamiento que comparten con el PP.
Ahora bien, ha advertido que en esos municipios, en una posición "coherente" con la que les ha llevado a salir de las comunidades tras aceptar éstas el reparto de menores migrantes no acompañados.
Según ha dicho, el PP sabía que para su formación la inmigración ilegal es una "línea roja" y un problema "de primer orden" y, por tanto, no les ha quedado más remedio que responder a esta "agresión" de los populares.
"No se trata de 300 o 400 ilegales a los que ustedes llaman niños, sino de avalanchas", ha señalado y, para justificar la decisión de marcharse, ha dicho que "en algún momento hay que poner pie en pared" con "mucha firmeza" y "sin vacilaciones".
En este caso, les permitirá, según ha dicho, que los ciudadanos vuelvan a escuchar el discurso de Vox "en su integridad y en su autenticidad", ya que había "algunos que estaban muy inquietos" por las "concesiones" que tenían que hacer al estar dentro de los gobiernos con el PP.
Ha prometido así una oposición "tan leal como contundente" a partir de ahora en las comunidades y ha añadido que "habrá que llegar a acuerdo, pero quien tiene que hacer un esfuerzo por gobernar, por sacar adelante las leyes y los presupuestos son los señores que están en los gobiernos". "Ahora no somos nosotros", ha zanjado.